
El gobierno de Dina Boluarte verificó la identidad de Tony Janzen Valverde Victoriano, acusado del triple femicidio de Florencio Varela, aunque en su país no registra antecedentes.
El gobierno peruano confirmó este lunes la existencia de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias «Pequeño J», señalado como líder del triple femicidio de Florencio Varela, y desmintió así la versión de algunos familiares de las víctimas que sostenían que se trataba de una identidad inventada.
Desde Lima precisaron que el joven, de 20 años, es ciudadano peruano y que figura con las identidades difundidas en la investigación argentina. Sin embargo, advirtieron que no registra antecedentes policiales en su país ni vínculos con organizaciones criminales locales, lo que refuerza la hipótesis de que integra una banda con base en la Argentina, aunque pueda mantener conexiones internacionales.
Las autoridades de la provincia de Buenos Aires remarcaron que Valverde Victoriano no tiene salidas oficiales de Perú, lo que indica que ingresó a la Argentina de manera clandestina. Además, sospechan que se mueve con un pasaporte falso, cuyos datos presentan irregularidades y contradicciones.
El crimen de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) conmocionó por la brutalidad de las torturas y mutilaciones. Las jóvenes, que ejercían la prostitución, aceptaron subir a una camioneta y terminaron asesinadas en una vivienda precaria de Villa Vatteone, en La Matanza. Parte del ataque fue transmitido en vivo para un grupo selecto de miembros de la banda «Nueva Generación».
En Perú, la noticia del «Pequeño J» sorprendió menos por la violencia del hecho —en un país donde la criminalidad narco es moneda corriente— que por la aparición de su nombre. A diferencia de Erick Moreno, alias «El Monstruo», secuestrador y extorsionador detenido en Paraguay y ampliamente cubierto por la prensa peruana, el caso del joven de La Libertad apenas generó repercusión mediática.
De acuerdo a una investigación del diario La República, Valverde Victoriano nació en el asentamiento humano Nueva Iberoamérica, en el distrito de La Esperanza, provincia de Trujillo. En esas zonas, tomadas de forma ilegal y sin servicios básicos, se asientan familias en condiciones de extrema pobreza y también se gestan muchas de las principales bandas de extorsionadores, sicarios y narcotraficantes del país.
El documento de identidad del «Pequeño J» fue obtenido en 2023, cuando aún figuraba con nivel educativo de cuarto grado de primaria. Periodistas locales admitieron que evitan cubrir la zona donde vive su familia por considerarla «altamente peligrosa».
Fuente:diariochaco