Con una participación electoral que apenas superó el 50%, la más baja registrada en los últimos 50 años, el Frente Renovador de la Concordia (FRC) logró imponerse este domingo en las elecciones legislativas de Misiones, aunque con una ventaja menor a la esperada.
Sebastián Macías, su candidato, obtuvo el 28,6% de los votos con el 98,9% de las mesas escrutadas, seguido por Diego Hartfield, de La Libertad Avanza (LLA), que alcanzó el 21,8%.
La diferencia de casi 7 puntos entre ambos fue mucho menor a la que el oficialismo provincial proyectaba. El rovirismo confiaba en obtener al menos 12 de las 20 bancas en disputa en la Cámara de Representantes unicameral, pero el desempeño electoral quedó lejos de sus expectativas. En contraste, LLA logró posicionarse como segunda fuerza, duplicando su rendimiento respecto a las elecciones presidenciales de 2023, cuando cosechó el 14,5% en la provincia.
El dato más llamativo de la jornada fue la baja participación ciudadana, en un contexto de creciente apatía electoral. Además, el peronismo local, intervenido por decisión de Cristina Kirchner, sufrió una nueva derrota. Su principal sector participó dentro del frente Confluencia, que terminó como la fuerza menos votada en la provincia, mientras que parte de su dirigencia se alineó con el FRC.
En total compitieron 12 listas, aunque la Ley de Lemas, que permite sumar votos de sublemas dentro de un mismo espacio político, solo rige en Misiones para cargos municipales. A nivel provincial, la competencia fue directa.
El crecimiento de LLA se dio en un escenario inédito: sin el respaldo físico de Javier Milei en campaña, pero con fuerte apoyo virtual. La estrategia fue impulsada por Karina Milei, quien apostó por instalar el sello libertario en una provincia donde hasta hace poco el partido ni siquiera tenía reconocimiento legal. Además del oficialismo, LLA enfrentó al Partido Libertario, que con Martín Arjol como candidato obtuvo el 8,3% de los votos.
