Cuatro jornadas para poner a la ciudad en estado de lectura.
Más de 50 actividades en torno de la Feria que convocó exclusivamente a libreros saenzpeñenses para darle un matiz profundamente local.
Magia, títeres y música en cada cierre de jornada.
Escritores locales, de las localidades vecinas, de Resistencia y Buenos Aires.
Promotores de lectura, actrices, poetas, asociaciones, lecturas diversas del colectivo LGBTIQNB+, Universidades, una murga escolar, Cultura y su arte escénico fueron algunos de los protagonistas de una feria que convocó diariamente a una multitud de asistentes.
Un Centro Cultural nuevo, el Club Social, para mostrarlo al centrochaqueño. Un espacio resignificado para mantener viva la identidad y pertenencia termal.
La fiesta de la palabra y la lectura, en las salas que llevaron nombres de insignes saenzpeñenses, la fiesta en la calle y en la vereda. El árbol de libros y el árbol luminoso, un patio interno dedicado al cuidado del medio ambiente, la Feria del Libro Sáenzpeñense lo ofreció todo.
Leer desde el corazón… del Chaco. Cuatro días, cuatro páginas en que se escribieron múltiples historias y se registraron miles de imágenes.
Un político escribiendo la última línea de una feria inolvidable. Así fue la Feria simple, amorosa, multitudinaria. Una forma de mostrarnos y mostrar la vida cultural de una ciudad que le da a la cultura un sitial de privilegio.
