Una mujer de Caleta Olivia, Santa Cruz, está viviendo un verdadero calvario desde agosto de 2021. Denunció que un hisopado de Covid-19 que se realizó en una clínica privada provocó que se le infectara la nariz y la llevó a perder el cartílago.
Claudia Serran se desempeña como acompañante terapéutico y, para aquel entonces, era habitual que se le hiciera el testeo de Coronavirus para que pudiera ingresar a las salas de cuidados intensivos, donde trabaja habitualmente con sus pacientes en los turnos correspondientes. Sin embargo, uno de los tantos PCR no salió como esperaba y cambió su vida para siempre. Ahora, debe someterse a una operación con urgencia.
En una entrevista con El caletense, Serran habló del día en el que se hizo aquel hisopado y el momento en el que comenzó a tener molestias. “Me llamaron para tomar un servicio de una señora que estaba a punto de fallecer y los hijos no daban más con su cuidado. Tomé el trabajo con un compañero, que se hizo el hisopado en un hospital y el mío lo hicieron en un laboratorio privado en el cual cobraron diez mil pesos y lo pagó la hija de la señora”.
Las primeras molestias físicas surgieron luego de haberse realizado el testeo. “Me empezó a picar, a molestar. Me entregaron el negativo. Al pasar los días la molestia persistía, pero el doctor me dijo que era normal”. Y agregó: “Me salía una especie de sangre gelatinosa constantemente y se me estaba brotando la cara”.
Si bien Claudia tomó las recomendaciones del médico, inmediatamente dio cuenta que su situación no era “común y corriente”. ”La zona de la nariz se me había puesto roja, así que decidí ir al hospital. Tenía aproximadamente cuatro o cinco centímetros de dilatación en la fosa nasal”, contó.
Actualmente, Serran no cuenta con su cartílago y los medicamentos que le inyectaban para tratarla le ocasionaron otros problemas de salud.



