¿Quién dijo que una muñeca no puede ser un juguete para niños? Hubo un tiempo en que los juegos y los pasatiempos estaban bien diferenciados por los sexos.
Pero afortunadamente, esta rigidez a la hora de divertirse se está diluyendo gracias a que los padres empiezan a entender que los prejuicios no nos llevan a ninguna parte.
Ya no tiene nada de escandaloso que una niña juegue con autitos o con la pelota o que un niño se divierta con una muñeca.
Así lo entendieron en casa de Rocío Natalia, de Puerto Rico; la mamá de este niño que accedió a comprarle la muñeca que quería.
Ella quiso compartir en Facebook su experiencia en relación a los prejuicios de género durante la infancia.
Su hijo le pidió que le compre una muñeca, porque “quiere prepararse para ser un buen padre en el futuro” y así lo expresó ella:
“Mi hijo juega todos los días con su hermana y me pidió que le compre una muñeca, porque su hermana no le presta la suya. Dice que quiere ser un buen padre, como su padre.
Y entonces… sí, hoy le compré su muñeca. Es realmente hermoso. No solo está feliz, sino que se encarga de cuidarla todo el tiempo. La alimenta, la toma en sus brazos, la besa y le dice palabras tiernas.
¿Qué quiere decir todo esto? No sé qué significará para ustedes, pero al enseñarle a mi hijo a cooperar en casa, al permitirle ser un buen padre, me aseguro dejar a un excelente hombre en este mundo.
Es así cómo vamos a cambiar a nuestra sociedad, mis queridos… no criemos más machos Alfa. Acabemos con el sexismo y el patriarcado, desde el inicio.”
¡Qué valiente esta mamá! Y después, agregó:
“Jugar a las muñecas, cocinar un poco y hacer algunas tareas domésticas, no te hará menos hombre, sino una mejor persona, hijo, hermano y marido.
Si tenemos hijos, debemos aprender a respetar sus deseos. Es su vida.”
Una enseñanza.
Esta historia es simplemente una historia, pero lo importante es lo que nos enseña.
Que el hijo de Rocío haya querido una muñeca, nos recuerda que los juguetes son simplemente juguetes y sirven para jugar.
No está mal que a los niños les gusten las muñecas o el color rosa o que las niñas quieran jugar con autos o les guste el color azul.
La identificación sexual se construye de manera progresiva y es perfectamente normal que quieran explorar al sexo opuesto, porque es una forma de conocer.
Este tierno niño se prepara para ser padre y eligió la mejor manera, que es usando la representación, a través de una muñeca.
¡Bravo por esos padres que respetan y apoyan a sus hijos! Ellos nos necesitan.
