
La joven argentina que había dejado de comunicarse con su familia tras viajar a Palma de Mallorca reapareció en buen estado. Fuentes oficiales confirmaron que se encuentra bien y que la ausencia fue voluntaria, sin que en ningún momento estuviera retenida ni en situación de riesgo. «Con esta intervención, la Policía Nacional da por cerrado el caso, tras haber activado los protocolos habituales en situaciones de desaparición», indicaron.
La preocupación familiar creció cuando Mariana bloqueó a sus allegados en redes sociales y dejó de responder llamados y mensajes. En ese lapso envió fotos, pero nunca compartió su ubicación.
Un chat de WhatsApp con un amigo, en la madrugada de un día reciente, sumó inquietud. A las 00:44, él le pidió que hiciera una videollamada para demostrar que estaba bien. A las 8:30 llegó la respuesta desde el número de Mariana: explicó que necesitaba tomar distancia de su familia para enfocarse en su bienestar emocional, pidió no ser contactada por el momento y aclaró que retomará el vínculo cuando se sienta lista.
EL CONTEXTO DEL VIAJE
Mariana había partido el 6 de octubre desde Buenos Aires hacia Palma de Mallorca para trabajar como niñera con una familia alemana radicada allí. Según el acuerdo —tras dos entrevistas previas— recibiría 300 euros mensuales, alojamiento, comidas, gimnasio, curso de idiomas y pasajes, bajo un supuesto intercambio cultural. Su plan era ahorrar y luego viajar a Andorra para la temporada de esquí.
El 14 de octubre se produjo el último contacto con la familia, según contó su madre, Gabriela, a Crónica TV. Luego detectaron que había desinstalado WhatsApp, bloqueado contactos en Instagram y que en su correo se habían eliminado mensajes anteriores a septiembre. Con esos indicios, iniciaron las denuncias y se activaron protocolos de búsqueda.