
A más de un año y cuatro meses de la detención de César Sena y sus padres, acusados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, y luego de varias instancias a las que recurrieron tanto abogados defensores, como la querella y hasta la propia fiscalía, el Equipo Fiscal Especial a cargo de la causa anunció la clausura de la investigación penal preparatoria, por lo que elevó la misma a juicio por jurados.
De ahora en más iniciará un camino que podría concluir en 2025 con la realización del juicio por jurados por el que 12 ciudadanos deberán emitir un veredicto respecto a la responsabilidad que tuvo cada uno de los siete imputados. En las próximas semanas podrían comenzar las audiencias preliminares.
Las calificaciones legales con las que llegarán al juicio fueron objeto de cuestionamientos en el ámbito judicial. Concluida esa etapa finalmente los imputados serán juzgados por los siguientes delitos César Sena por homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género en carácter de autor Emerenciano Sena y Marcela Acuña por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género en carácter de partícipes primarios. Fabiana González, Gustavo Obregón, Gustavo Melgarejo y Griselda Lucía Reinoso por el delito de Encubrimiento agravado.
QUÉ PASÓ CON CECILIA, SEGÚN LA RECONSTRUCCIÓN DE LA FISCALÍA
El Equipo Fiscal Especial, integrado por los fiscales Martín Bogado, Jorge Cáceres Olivera y Nelia Velázquez, cree que el 2 de junio de 2023, Emerenciano y Marcela se ausentaron intencionadamente de su hogar en la calle Santa María de Oro N°1460 de Resistencia, creando un ambiente propicio para que su hijo, César Sena, llevara a cabo el homicidio de su pareja, Cecilia.
La cronología de los hechos indica que a las 09:14 horas, César llevó a Cecilia a la residencia familiar, donde, aprovechando la relación desigual de poder y la dependencia económica de la víctima, perpetró el crimen en una habitación de la planta baja.
Los fiscales sostienen que este acto de violencia no habría sido posible sin la colaboración fundamental de sus progenitores.
Posteriormente, siguiendo instrucciones de Emerenciano y Marcela, Gustavo Obregón, mano derecha de la familia, llegó al domicilio familiar en su vehículo Citroën C4 gris. Junto a César, cargaron el cuerpo de Cecilia en la cajuela de la camioneta Toyota Hilux blanca de César, y se dirigieron al campo «Rossi», en la Zona Rural de Puerto Tirol, donde incineraron el cuerpo de la víctima para eliminar cualquier rastro incriminatorio.
Gustavo Melgarejo y Griselda Lucía Reinoso, a cargo de la vigilancia del campo, avivaron el fuego durante la noche para asegurar la destrucción total de las pruebas. Entre el 3 y el 6 de junio, Fabiana González, persona de confianza de Marcela, ingresó varias veces a la residencia familiar para limpiar áreas específicas y gestionar la donación de una cama y un colchón que contenían restos de sangre de Cecilia, todo en un intento por borrar evidencias, según el EFE.
El 6 de junio, Obregón también fue visto comprando bolsas de consorcio en un supermercado local, las cuales utilizó en el campo «Rossi» para eliminar cualquier evidencia adicional.
Los fiscales subrayan que todas estas acciones no habrían sido posibles sin la colaboración esencial de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, quienes se encuentran en el centro de esta trama criminal.