Claro, contundente, y sin rodeos y en plena acción tratando de alcanzar la mayor cantidad de acciones a favor de la niñez que tiene problema de desnutrición en el centro chaqueño, el director del centro Fundecch, Javier Peralta, expuso el cuadro de situación que les toca enfrentar ante la demanda de atención que tiene el segmento de la población infantil con problemas de nutrición.
Destacó la labor que vienen realizando con el gobierno de la provincia, los municipios de Sáenz Peña, Avia Terai, Quitilipi, Machagai y empresas privadas, «pero el problema es tan grande que no alcanzan nuestros brazos para abrazar a toda la demanda que hay», señaló en diálogo con NORTE.
Hoy las familias deben lidiar desde la falta de recursos económicos hasta la desintegración de los lazos familiares, y ese contexto golpea con particular dureza a los niños. Es por ello que desde Fundecch se insiste con una tarea para afrontar este panorama con esfuerzos coordinados entre el Estado, organizaciones civiles y el sector privado.
En este sentido, remarcó que los efectos de la pobreza trascienden lo económico. «Un niño no solo necesita comida o ropa, sino también cariño, atención y estimulación para desarrollarse integralmente» mencionó.
Hizo énfasis en que el Centro Fundecch no solo se dedica a mejorar la salud de los niños afectados por la desnutrición, sino que también busca fortalecer los vínculos familiares «para que ese niño se desarrolle necesita un papá, una mamá, un tío o un abuelo que lo alimente, lo acaricie y lo atienda afectivamente».
Peralta recordó que el enfoque de Fundecch es integral, atacando las raíces del problema al involucrar a toda la familia. Sin embargo, el reto sigue siendo enorme: «Estamos con capacidad plena, no tenemos más lugar para incorporar niños» explicó, lo que subraya la creciente demanda y la limitada capacidad operativa de las organizaciones que enfrentan esta crisis.
«POBRES CULTURALES»
Uno de los aspectos más difíciles de abordar es la naturaleza sistémica de la pobreza en muchas regiones del país. Peralta relató una experiencia que pone en evidencia lo arraigado del problema, al describir que «nos encontramos con tres generaciones de pobres culturales, y eso no se sale de la noche a la mañana».
A ello, indicó que «la pobreza no solo es una cuestión de ingresos, sino también de educación, oportunidades y cultura. Es una situación que se perpetúa a lo largo de generaciones, creando una trampa difícil de romper».
«La estrategia más inteligente es preservar el cerebro de ese nene, hacer que logre todas sus potencialidades», afirmó.
Un ejemplo de esta colaboración es el trabajo que Fundecch logró en cuatro municipios de la provincia de Chaco, como Sáenz Peña, Napenay, Avía Terai y Machagay. Sin embargo, señaló que la expansión de estas iniciativas depende, en gran medida, de la disponibilidad de recursos.
«Tenemos la capacidad técnica para hacerlo, pero nos falta la capacidad económica», explicó Peralta.
«Lamentablemente, en nuestro país hemos sufrido mucho y escuchamos noticias que atentan contra esa solidaridad» dijo, refiriéndose a los casos en que los fondos destinados a causas benéficas no llegan a su destino final.
A pesar de esta desconfianza, destacó el creciente interés del sector privado en colaborar con Fundecch. «Cada vez más las empresas se están acercando para colaborar» comentó, refiriéndose a las alianzas con empresas como Gensus y Bayer, que permitieron ampliar el alcance de sus programas.
Sin embargo, consideró que el camino hacia la recuperación es largo. «La reconstrucción del tejido social requiere tiempo y un enfoque integral que no solo se centre en los aspectos económicos, sino también en los valores y la educación».
Los que deseen colaborar pueden acercase a la calle ingeniero Federico Kaenel (128) esquina 131 Barrio Matadero o bien a través de la pagina Centro Fundecch.