Un bautismo al infierno: en el Ejército rociaron con cal viva a 35 soldados

Cal viva y sidra. Ese fue el «rito de iniciación» con el que el Tercer Cuerpo del Ejército, en Córdoba, celeberó la finalización de la formación de 35 jóvenes del Regimiento 14 de Paracaidistas. El «bautismo», ocurrido el 17 de mayo, terminó con 20 de los jóvenes paracaídistas con quemaduras en el esófago, estómago, pulmones y ojos. Desde el Ejército Argentino emitieron un comunicado en el que aseguraron que se trató de «un error» y que en lugar de cal viva, deberían haberles rociado harina.

El «rito de iniación» o «bautismo» se conoció por un video que se viralizó en las redes sociales y que obligó al Ejército a dar explicaciones. Desde 2022, los festejos y ceremonias de iniciación quedaron prohibidos por orden del Ministerio de Defensa, entonces a cargo de Jorge Taiana, tras la muerte de Matías Chirino, de 22 años, quien murió luego de un rito que implicó consumo de alcohol, realizar ejercicio extenuantes y sumergirse en una pileta fría y sucia.

En el video que circuló por redes sociales, se ve cómo un superior de los jóvenes paracaidistas se encargaba de gritarles «¡Paracaidistas!», con la orden de que le respondan «¡Siempre!» para, en ese momento, arrojar la «harina» en la boca. Esa acción fue la que generó las quemaduras internas; y que según el Ejército se repitió no solo con ese grupo de 35, afectados por el «error», si no con un grupo de 221 egresados.

Tras hacerse público, el episodio quedó bajo investigación en la Fiscalía Federal N° 2, a cargo de Carlos Casas Nóblega. El abogado Jerónimo Argañaraz, representante de uno de los denunciantes, descartó que se haya debido a un «error» y marcó que no hubo «consentimiento de los soldados».

El abogado, en diálogo con canal Doce de Córdoba, sostuvo que otros afectados por el rito no se animan a denunciar porque «un alto jefe se enteró que algunos llamaron a la ART para ver si les podría cubrir sus afecciones médicas y al enterarse los hizo convocar y les dijo que estaban autorizados a tomarlos del cuello a quienes estaban yendo a la ART o dando aviso a autoridades judiciales».

Según el comunicado del Ejército, los jóvenes fueron «evacuados al Hospital Militar Córdoba, donde recibieron atención médica y se les realizaron estudios». Y agregó: «Un grupo reducido quedó en observación y posteriormente, fue dado de alta». Además, se indicó que  se ordenaron «actuaciones disciplinarias internas, en el marco de las cuales se determinó la existencia de una falta disciplinaria por falta de control» y  «a todos los responsables se les impusieron las correspondientes sanciones disciplinarias».

«Hay una máxima que dice que la ropa sucia se lava adentro por lo cual se labraron actas falsas con el objetivo de que no trascienda y se apliquen sanciones puertas adentro «, denunció el abogado Argarañaz a contramano de la versión del Ejército.

De acuerdo a la resolución de Taiana en 2022, los «ritos y ceremonias de iniciación, con el pretendido objetivo de celebrar el inicio o la culminación de determinadas actividades, no corresponden a actos del servicio vinculados a la profesión militar y son contrarios al mantenimiento de la disciplina.»

La resolución señaló que ante casos como el ocurrido en Córdoba se debe dar lugar al inicio de actuaciones disciplinarias, que podrían ser encuadradas como «falta gravísima», en los términos del artículo 13 de la Ley N° 26.394.

«Resulta necesario trabajar en la prevención de las violencias interpersonales, a través de la educación en los institutos de formación y perfeccionamiento de oficiales y suboficiales», sostenía el comunicado del Ministerio de Defensa cuando se ordenó la prohibición de estos ritos. El actual ministro Luis Petri, de regreso de la gira por República Checa, no se pronunció al respecto.

Comentarios