Por la caída de la demanda, la empresa productora de Voligoma, La Gotita, entre otros, suspendió a todos sus empleados

El mal desempeño de la «economía real», que empeora mes a mes, se refleja en historias de trabajadores que enfrentan la incertidumbre laboral, las suspensiones y los despidos. Esta semana, se supo que la empresa Akapol suspendió por 60 días a los 150 empleados de su fábrica ubicada en Zelaya, en la zona norte de la provincia de Buenos Aires.

Akapol es una empresa que fabrica productos de marcas líderes en su segmento de consumo, como Voligoma, La Gotita, Poxipol, Poxilina, Poxi-Ran y Fastix. Ante la caída de las ventas y la consiguiente acumulación de inventarios, la empresa decidió detener por completo la producción y pagar solo una parte de los salarios de sus trabajadores.

En la planta solo queda «personal fuera de convenio y de despacho». La fábrica, que ahora entra en régimen de suspensión, data de 1972. Akapol se suma así a varias grandes empresas que están aplicando fuertes suspensiones frente al actual contexto depresivo de la economía nacional.

Las consecuencias

La caída de las ventas ya obligó al cierre de varias compañías. El difícil contexto económico y las políticas de recesión inducida para bajar la inflación que implementa el gobierno provocaron el debilitamiento y ya se han registrado casos de cierre.

Por ejemplo, en La Rioja y Catamarca las empresas textiles Textilcom y AlpaCladd cerraron tres plantas y despidieron a más de 300 empleados, según informó la cuenta @FinanzasArgy. Estas son las que se encargaban de la producción para marcas reconocidas como Grisino, Cheeky, Mimo y Penguin, entre otras.

Por otro lado, hubo unos 60 despidos en Whirlpool y suspensiones en varias de las más importantes siderúrgicas. Son algunos de los ejemplos que se conocieron y que reflejan la situación que atraviesan las compañías en un contexto económico adverso

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