«Son prioridad los fondos que involucran a la Salud, otras obras pueden esperar»

La disponibilidad de insumos para el Hospital 4 de Junio es limitada, determinándose en las últimas horas las compras necesarias, considerando las mismas autoridades del dispensario que «los fondos del sistema de salud deben ser prioridad».

Las autoridades del dispensario de Salud Pública en Sáenz Peña no desconocen que «desde hace dos semanas se registraban complicaciones por la faltante de algunos insumos», determinándose en estos primeros días post electorales la compra de los mismos con dinero que fue remitido desde el Ministerio.

 

Las dificultades en la provisión de medicación o elementos necesarios en los distintos servicios, «obedecen a diversas situaciones». «El tema de la dolarización, el traspaso de gobierno, las elecciones nacionales, provocaron que durante todo este tiempo aplicáramos medidas excepcionales que nunca pensamos que llegaríamos a tomarlas como la suspensión de cirugías programadas», reconoce Carlos Navarrete.

 

El director asegura que no fueron desatendidas intervenciones de urgencias o partos, «que nunca dejaron de hacerse». «Es cierto que en algunos casos faltaron insumos pero también es cierto que tenemos las 187 camas ocupadas, en consecuencia no es que no había nada sino que faltó alguna determinada medicación por unas horas», refirió.

 

 

HABEMUS DINERO

 

Los fondos, al menos una parte del dinero necesario, «se destrabaron» el viernes pasado, tras reuniones que concretaron con el gobernador Jorge Capitanich, los directores de los «cuatro hospitales más grandes de la provincia». Los encuentros plantearon específicamente al jefe del Ejecutivo la problemática de la faltante de insumos y la negativa de los proveedores de vender por la incertidumbre que generaba la jornada electoral del 19 de noviembre.

 

«Nos destrabaron un fondo especial y ahora estamos comprando insumos, garantizando el servicio de cirugía, guardia adultos, guardia e internación de pediatría y atendiendo también las otras áreas, buscando satisfacer la demanda de elementos que son sumamente necesarios», reseñó Navarrete mientras analizaba presupuestos enviados por los proveedores en el primer día laboral de la semana, tras la consagración de Javier Milei como presidente de la Nación.

 

«El objetivo es garantizar que se dispongan de todos los insumos hasta más allá del 10 de diciembre, para que quien se haga cargo de la dirección tenga funcionando todos los servicios», recalcó.

 

 

LAS OBRAS PÚBLICAS PUEDEN ESPERAR, LA SALUD NO

 

El reclamo de quien hace varios años es director del Hospital 4 de Junio, siendo parte de la Salud Pública como profesional de la enfermería desde hace más de dos décadas, es que «los fondos destinados a la salud no se suspendan». «Son prioridad los fondos que involucran al sistema de salud, porque una obra de una escuela que se está ejecutando puede esperar y otras cuestiones también pueden posponerse, pero el que no puede esperar es el paciente que está internado en el hospital», sentencia tajante.

 

 

DISPUTAS POLÍTICAS VERSUS SALUD

 

El interminable año electoral que inició en el primer semestre generó incertidumbre y muchas complicaciones por las disputas partidarias, acompañadas por acusaciones y agresiones entre quienes aspiraban a ocupar cargos públicos. El problema para el que sufre una patología y que requiere de atención médica es que ese calendario, que enfocó la atención en las cinco elecciones concretadas, le quitó acceso a la salud.

 

«Con todos los políticos hemos hablado durante la campaña y les mencionamos que los términos administrativos y políticos no son los mismos que los de la salud», menciona en este sentido el responsable del Hospital 4 de Junio.

 

«Gane quien gane: libertario, peronista o radical, el hospital tiene que seguir trabajando por eso hay que tener continuidad y afrontar las contingencias porque todos los días tenemos problemas y debemos aportar soluciones ya que en el medio hay pacientes que algunos pueden esperar, pero otros no», refleja el licenciado Navarrete.

 

«Se perdió el sentido humanístico de la política», reflexiona un hombre que se reconoce que le gusta la política. La autoridad del principal centro de salud del Chaco adentro, reconoce que «había pacientes oncológicos que ya no tenían su medicación, otros crónicos como los hipertensos o diabéticos que fueron abandonados por sus obras sociales y el hospital público debió hacerse cargo».

 

 

COTIZACIONES MILLONARIAS

 

La realidad es que el viernes pasado se remitió dinero finalmente a la cuenta del 4 de Junio, pero también es cierto que las cotizaciones de los insumos son «increíblemente elevadas».

 

«Es de no creer que por tres mil guantes de látex que necesitamos comprar para los cirujanos y las ginecólogas nos coticen tres millones de pesos, a lo que hay que sumar equipos quirúrgicos que salen veinticinco mil pesos cada uno, la aguja raquídea ocho mil pesos cada unidad, además de la medicación, lo que implica que por cada paciente que tenga que ingresar a una cirugía de baja complejidad se requieran entre doscientos y doscientos cincuenta mil pesos», resume Navarrete con los presupuestos sobre el escritorio.

 

En este contexto vale mencionar que, aún con las complicaciones que puedan darse, el hospital está realizando un promedio de entre cuatrocientas y quinientas cirugías, «más los partos y los procedimientos menores». «En dinero, hoy es muchísima plata lo que se requiere en salud», remarca Carlos Navarrete.

 

 

CAMA CALIENTE, NÚMEROS QUE QUEMAN

 

La situación actual del dispensario de Salud Pública en Presidencia Roque Sáenz Peña es que «se trabaja a cama caliente», estando ocupados constantemente todos los lugares desde hace un año. «Sale un internado y entra otro, no hay pausa», dice el director. La otra realidad es que «en el interior, el 4 de Junio es uno de los únicos centros quirúrgicos que está funcionando por eso la preocupación para que no es paralicen los quirófanos porque si eso ocurre todas las cirugías deberían ser derivadas al Perrrando».

 

«La otra cuestión y que sale más caro de los números que estábamos barajando son los pacientes que ingresan con lesiones por siniestros viales y que el Estado se termina haciendo cargo, con requerimiento de prótesis que van desde los ciento ochenta mil hasta los seis millones de pesos», sintetiza Navarrete.

 

«Una persona internada es muchísimo gasto», indica para agregar que «en el hospital se gastan mensualmente siete millones de pesos en carne, mercadería y todo lo necesario para dar casi 750 raciones diarias entre desayuno, almuerzo, merienda y cena a cada uno de los 187 pacientes internados».

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