
Francesca Molnar sobrevivió a una patología cardíaca porque sus padres lograron en 2018 una medida cautelar que obligó al Insssep a cubrir una cirugía en Estados Unidos. Ahora la obra social logró un fallo que los obligará a «devolver» 278.000 dólares. Es el equivalente a 41 años de sueldos del papá.
Edgar Molnar y Gabriela Alderete sintieron que el mundo se les venía abajo cuando a Francesca, su hija más pequeña, le detectaron una extraña cardiopatía congénita. Sobre todo porque pronto descubrieron que esa patología dejaba sin respuestas a las clínicas y hospitales más importantes del país. Parecía no haber salida, excepto un trasplante de corazón, con todos los riesgos asociados a ese procedimiento, empezando por la necesidad de que apareciera un donante compatible y que ese órgano llegara a tiempo.
Por eso, cuando sus intensas averiguaciones les permitieron saber que un hospital de los Estados Unidos tenía una amplia experiencia en casos como el de Francesca, no lo dudaron. Pero ellos, oriundos de La Tigra y con un discreto ingreso familiar, no podían hacerse cargo del viaje hacia el país del norte y mucho menos de los costos del tratamiento, que incluía una compleja cirugía.
Solicitaron la cobertura de su obra social, la del Insssep, para darle a Francesca la posibilidad de sobrevivir. El organismo oficial les denegó ese pedido, y entonces los padres de la niña recurrieron a la justicia, donde obtuvieron una medida cautelar que ordenó al Instituto cubrir los gastos hospitalarios, por un total de 278.000 dólares. Todo salió bien, Francesca hace hoy una vida normal y feliz, pero paradójicamente su familia está a punto de perder todo porque el Insssep accionó por la devolución de ese dinero y un fallo lo habilitó a hacerlo.
«Estamos mal, porque sentimos que nos soltaron las manos de todos lados –dijeron Edgar y Gabriela ayer en NORTE-. Lo que hicimos fue luchar por la única posibilidad cierta que hallamos para que nuestra hija siguiera viviendo. Esto es terrible, porque no solamente nos dejaría sin nada sino que además cierra el camino a la necesidad que Francesca tiene de seguir siendo atendida».
APELACIÓN AL GOBERNADOR
La medida cautelar que les permitió a los Molnar llevar a Francesca a los Estados Unidos fue dictada en 2018 por una Cámara de Apelaciones, ya que la justicia provincial había fallado en primera instancia contra la pretensión familiar. Con esa resolución favorable en segunda instancia, Francesca pudo viajar y ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital de Niños de Boston. La cirugía fue todo un éxito.
La familia Molnar regresó al Chaco con la paz que llevaban años sin tener. Pero el destino y las instituciones les tenían preparado un giro dramático. El Superior Tribunal de Justicia dictó un fallo en la cuestión de fondo relacionada con el caso de Francesca, es decir si correspondía o no que el Insssep cubriera los gastos del tratamiento en el exterior, y la resolución fue negativa para Edgar y Gabriela. Con esa decisión, el Insssep avanza en ejecutar la «deuda» de la familia Molnar.
«En los hechos esto significa que nos vamos a quedar sin nada. Sin nuestra casa, sin nuestras cosas, pero además significa que ya no vamos a tener manera de continuar el tratamiento de Francesca, que necesita de un seguimiento y, más adelante, de una nueva cirugía que complete lo que ya se hizo y que es una nueva intervención cuando su corazón esté más maduro», dijeron ayer en este diario, al que acudieron para contar la angustia que viven.
Ambos, ahora, apuestan a una reacción del gobernador Jorge Capitanich. «Lo que le pedimos es que tenga la sensibilidad que no tuvieron otras autoridades que intervinieron en todo este proceso», expresaron.
Francesca hoy tiene 9 años. Mientras sus padres hablan, ella dibuja. Es tímida y vivaz a la vez. La familia se completa con una hermana mayor, de 22 años, y un adolescente de 15. El único ingreso del hogar es el salario que Edgar cobra como empleado de la Municipalidad de La Tigra. En mano son unos 218.000 pesos. El monto que le reclama el Insssep es el equivalente a 41 años completos de sus sueldos y aguinaldos.
«Nada nos quita la certeza de que hicimos lo que cualquier padre haría por su hijo -dicen-. Nos duele que se haya resuelto esto sin considerar el aspecto humano e incluso sin considerar elementos que aportamos en el proceso judicial, donde quedaba demostrado que no había opciones de tratamiento dentro de país para la patología de Francesca».
Diario Norte