En la zona del Pasteadero Chico, cerca de la ciudad salteña de Metán, un hombre notó que sus perros comenzaron a ladrar en dirección a un terreno que iba a ser sembrado y decidió ir hacia el sitio para averiguar si se trataba de delincuentes o algún animal.
«Agarré mi linterna y me fui hacia ese sector, en medio de una oscuridad total. Los perros estaban asustados y regresaron de inmediato. Cuando alumbré hacia adelante quedé completamente aterrado porque ahí estaba esa cosa, era como un gorila grande, peludo y color oscuro», narró el protagonista en declaraciones a El Tribuno.
«Iba caminando a paso lento, era muy robusto, miró hacia donde yo estaba y ahí le vi los ojos rojos. Luego se metió al monte», relató.
Para las poblaciones del Noroeste Argentino, el Ucumar, también conocido como Ucumari, Ucumare u hombre oso, es un mítico animal salvaje con ligeros rasgos humanoides, manos y pies muy grandes y cuerpo enteramente cubierto de pelos, larga barba y frente angosta.
La ciudad argentina no sería la única donde se cree en la existencia de esta criatura: en Bolivia y Perú son varios los mitos en los que participa y donde se piensa que rapta principalmente a mujeres y niños. Según los relatos, el Ucumar vive en cuevas, en el fondo de las quebradas y merodea ríos y vertientes en los que se baña por lo que resulta «fácil» identificar allí sus pisadas, similares a las de un oso.