Las Universidades están a la vanguardia de la versatilidad

La batalla contra el Covid 19, que estamos dando día tras día, con el esfuerzo de cada argentina y argentino, es motivo de admiración en todo el planeta. Las cifras de afectados por esta patología, que va en aumento pero en forma controlada, se asimila a las mismas que en otros países del viejo continente dejaron a muchos ciudadanos en el camino. Este esfuerzo no fue en vano y continúa expresando el éxito de una consolidada victoria en la batalla contra el virus, que obviamente resultaremos ganadores, pero el objetivo es que ese triunfo sea con la menor cantidad de víctimas fatales en el camino.

Desde el 18 de marzo que tenemos una nueva concepción en las formas de llevar adelante nuestro día a día. Hemos modificado, absolutamente todo, desde las formas de comunicarnos, saludarnos, vincularnos, estrechar relaciones y las formas de mantener la cotidianidad, resultaron también, un gran desafío para todos los seres humanos.
Sin lugar a duda, las Instituciones Educativas tenían que comprender que los métodos de enseñanzas, que hasta ahora se encontraban vigentes, debían adaptarse a los tiempos de la no presencialidad sin perder la importancia de la metodología pedagógica y la calidad académica. De pronto y sin tapujos, el sistema educativo quedó vacío en sus aulas, desde el prescolar hasta el sistema universitario, convocando a todos los agentes que participan activamente en el universo académico a preguntarse cómo continuar de una forma que permita no perder el año, y al mismo tiempo, introducir a los estudiantes en el conocimiento y la formación efectiva.
La emigración de un sistema educativo basado en las técnicas pedagógicas de la presencialidad hacia un sistema integrado de virtualidad que permitiera el acercamiento de la formación completa hacia el estudiante, fue uno de los desafíos de mayor envergadura que tuvo el sistema educativo argentino. Por la versatilidad demostrada y la rapidez para su adecuación, éste demostró que estuvo a la altura de las circunstancias permitiendo el avance del calendario académico sin necesidad de perderlo.
A medida que pasa el tiempo, después de cuatro meses de aislamiento preventivo, social y obligatorio; en vísperas de la recuperación de una normalidad distinta a la que otrora acostumbrábamos, el sistema universitario nacional seguramente será el último eslabón de la cadena de la recuperación de la prespecialidad y su actividad normal. La movilización de estudiantes entre distintas jurisdicciones y provincias que plantea el polo universitario representa una gran amenaza de viralidad del COVID 19.
Por ello, cada una de las Universidades Nacionales deberán programar un calendario académico que se encuentre dispuesto a comprender esta necesidad, y al mismo tiempo, lograr capturar los desafíos que tienen los estudiantes.
Nuestra Universidad Nacional del Chaco Austral se conforma de una comunidad universitaria diversa, con profesores y estudiantes de distintas ciudades, provincias y países, por lo que nuestra posibilidad de recuperación de una plena presencialidad se encuentra adherida integralmente a la escasez de casos o riesgos de afectación a la mínima expresión.
Sin embargo, los docentes y el personal no docente de nuestra Casa de Altos Estudios tuvieron la solidaridad y el compromiso de continuar de alguna forma que no perjudique a todos los estudiantes y pierdan su año académico. Hoy podemos decir que la UNCAus ha emigrado todas sus carreras presenciales a la virtualidad, acercando fielmente a cada estudiante la posibilidad de continuar con su calendario académico establecido.
No debemos perder la noción por lo que estamos atravesando, esta batalla continúa y continuará por bastante tiempo, hasta que la ciencia y la medicina nos permita encontrar una posibilidad de recuperación de la normalidad que conocíamos hasta antes de la viralidad del corona. Nuestra idiosincrasia argentina, y más específicamente la del interior del país, identifica una cultura de acercamiento en todos los ámbitos, la aproximación física resulta imprescindible para la conformación de relaciones interpersonales. Por todo ello, la afectación emocional que produjo en nosotros tuvo una carga más que importante, teniendo que aprender una conducta distinta a la que veníamos sosteniendo.
La UNCAus, siempre en su ímpetu y rol adjudicado por la sociedad de la Provincia del Chaco, emprendedora y multifacética, instauró una dinámica de esfuerzos, tanto financieros como de cada uno de los trabajadores que componen la comunidad universitaria, llevando adelante una tarea titánica en cuanto a la transformación de la modalidad presencial a la modalidad a distancia instruyendo a docentes y estudiantes de una nueva forma de educar y captar conocimiento.
La Unidad Médica Educativa se convirtió en un centro de recepción de los pacientes con síntomas de Covid, siendo el único en la ciudad de Sáenz Peña y la región, con capacidad de afrontar la demanda en el tiempo exacto. Con orgullo, los primeros egresados de la carrera de medicina, como si tuvieran una casualidad inimaginable, obtuvieron sus ansiados diplomas para comenzar inmediatamente en su labor en el nosocomio de la Ciudad Termal potenciando la atención primaria del sistema sanitario.
En las últimas semanas, en este plan de desescalada propuesto por las autoridades nacionales y provinciales, nos introdujo en una nueva dinámica de observar un horizonte claro: realizar con enorme compromiso y esfuerzo todo lo que resulte necesario para poner a punto todas las áreas de la Universidad para cuando toque regresar a la normalidad. Sabemos que esa normalidad, no será como tal, es una forma distinta de interrelacionarnos y llevar adelante actividades. Los protocolos continuarán de acuerdo con lo establecido, las medidas de prevención seguirán constantemente, la responsabilidad social y el compromiso mediarán la cotidianidad, y la solidaridad por los demás será crucial en el nuevo tiempo pospandemia.
Me tomo el atrevimiento de traer el lema de la Universidad Nacional de Tucumán que identifica una esperanza para todas y todos: “Pedes in terra ad sidera visus”. Los pies en la Tierra y la mirada en las estrellas para afrontar lo que quedará, poner todo el esfuerzo para optimizar todas las áreas y esperar con el espíritu grande esta nueva etapa.

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