Gerardo Cipolini: «La Junta Nacional de Granos el intervencionismo estatal que ya fracaso»

 

La Junta Nacional de Granos fue un ente estatal de regulación del mercado de granos en Argentina, fundado en 1933 bajo la presidencia de Justo. Existió hasta 1991, y a través del decreto 2284/91 se desreguló el comercio interior de bienes y servicios, y se disolvió la Junta Nacional de Granos. Fue un factor de estancamiento para la Argentina y justamente hoy en base a estas circunstancias internacionales no podemos cometer este terrible error de ponerlo en agenda.
La idea de crearlo fue «evitar la precipitación anormal de las ventas», lo que en realidad causó fue una distorsión del mercado interno de granos y mayores diferencias con respecto al precio internacional. La fijación de precios básicos para ciertos productos por parte de la Junta fue un alivio temporal para los productores, pero a medio y largo plazo, de ninguna manera fue una solución viable.
Una de las consecuencias fue la postergación del ingreso de la tecnología, no logro incrementar la superficie de siembra y causó mayores oscilaciones en el valor del peso, siendo así que se había implantado para evitarlas. Por último, pero lo más importante, fue creada para ayudar al sector pero solo lo margino.
En las últimas décadas, el comercio mundial ha experimentado profundos cambios: ya no es el país el que negocia la venta de cereales, sino que se realizan con modernas herramientas de comunicación de datos, las transferencias de capital y la logística aceitada entre los actores privados.
Hoy, tanto Rusia como China tienen sus propios comerciantes, y la comercialización de granos en Australia y Canadá ha ido más allá del camino del estado. Es hora de reflexionar sobre la situación económica de otros países que han abandonado esta idea y que son modelos en la comercialización de granos.
Finalmente, este sistema que gestiona el comercio de granos va en contra de la política integral de la OMC, lo que podría desencadenar en un futuro conflicto.
Es importante recordar que hace varios años informes de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) posicionaban a nuestro país en el octavo lugar (8º) como productor mundial de alimentos y la Organización Mundial de Comercio (OMC) la ubicaba séptima en el ranking de exportadores mundiales de alimentos, es importantísimo cuidar a este sector que ha crecido por esfuerzo propio pero por un acompañamiento de las políticas públicas imperantes en los últimos años. Hoy hablar de un intervencionismo estatal que ya fracaso es lamentable y mucho más teniendo cuenta que este sector será clave para la reactivación de la economía de nuestro país superada la crisis del Covid -19.

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