Tras 24 años preso, liberan a Fabián Tablado: Mató de 113 puñaladas a su novia.

El crimen de Carolina Aló, de 17 años, es uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina y ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en Tigre.

La mamá de Fabián Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló, aseguró que este viernes irá a buscar a su hijo cuando le den la libertad del penal de Campana. La mujer afirmó que a pesar de que «se arruinó la vida» nunca lo abandonó. También dijo que «no hay palabras que puedan consolar» a la familia de la víctima, pero que «las cosas se dieron de esa manera». Tablado recuperará su libertad tras pasar casi 24 años en prisión.

«Este viernes voy a ir a buscarlo al penal. Soy la madre y en estos 24 años no lo abandoné nunca», dijo María Esther Gallardo a Télam. La mujer no quiso confirmar si, a partir de ahora, Tablado volverá a vivir con ella y su marido, en la misma casa de la calle Albarellos 348 de Tigre. En ese mismo lugar, hace 24 años, asesinaron a Carolina.

«No hemos planificado nada», dijo la mujer sobre este último punto. Y agregó: «Hace 24 años que pasó esto. Fabián se arruinó la vida. Haremos las cosas que vayan surgiendo».

Consultada respecto a si tiene algún mensaje para la familia de la víctima, contestó: «¿Qué puedo decir? No hay palabras que puedan consolarlos. No sé qué hubiera hecho si me pasaba con uno de mis hijos».

«Yo tengo cuatro hijos y dos nietas que no tienen la culpa. Las cosas se dieron de esa manera», concluyó.

El asesinato de Carolina

El crimen de Carolina Aló, de 17 años, es uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina y ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, en Tigre.

La pareja fue allí después de salir del colegio nocturno que cursaban. Tuvieron relaciones sexuales pero luego discutieron por celos. Tablado, por entonces de 20 años, persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa y la mató de 113 puñaladas, aplicadas con cuatro armas blancas diferentes: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa y un formón de carpintería.

En la cárcel, Tablado se casó en 2007 con la docente Roxana Villarejo y tuvieron mellizas, pero la relación no prosperó y se separaron. En 2013 fue condenado a otros dos años y seis meses de prisión tras amenazar de muerte a su ex y a la madre de ella.

La Justicia lo declaró reincidente y le fijó una pena única de 26 años y 6 meses de prisión, que debía cumplir hasta 2022. Sin embargo, el beneficio de la derogada Ley del «2×1» y los cursos que tomó en prisión como «estímulo educativo» hicieron que la pena del femicida se dé por concluida el próximo 28 de febrero.

La historia con su ex pareja

Conoció a Roxana por correspondencia. Ella era menor de edad cuando empezó a escribirle. Al cumplir los 18, años lo visitó por primera vez. En el 2008 se casaron en la cárcel de Magdalena y un año después tuvieron dos hijas.

La relación intramuros no fue mala. Los problemas llegaron cuando el asesino de las 113 puñaladas comenzó a salir y decidieron vivir juntos en una casa que alquilaron en Escobar. Convivieron apenas un mes. Cuando ella lo denunció por amenazas, la justicia le revocó el beneficio y Tablado regresó a prisión. En 2012 el femicida sumó una condena más a dos años y medio de cárcel que se agregó a los 24 años que le dieron por el asesinato de Carolina Aló.

El fallo reproduce los llamados intimidatorios y los mensajes que Tablado le envió a su ex esposa cuando Roxana le planteó que quería separarse.

«Yo por cien pesos acá consigo un fierro (…) Vos haceme una denuncia y lo único que vas a ganar es tiempo porque me cagás ahora y después gano yo (…) No te voy a hacer nada a vos, no te preocupes (…) Te voy a tocar donde más te duele (…) Va a ser tanto el dolor que hasta el último día vas a estar agonizando acordándote de mis palabras», la intimidó Tablado desde la cárcel, según consta en la causa judicial.

Por si eso fuera poco, le dijo que ni se le ocurriera «armar su vida con otro tipo», que no le iba a hacer nada a ella, sino que «a su amante lo iba a abrir, le iba a sacar el corazón y se lo iba a comer adelante suyo».

Tablado también amenazó a su suegra: «Voy a ir, y te voy a cortar en pedazos a vos también o te gusta que te meta un fierro en la cabeza?… yo voy a ver a mis hijas, Roxana no me va a dejar … yo no la voy a matar a ella yo le voy a matar a Roxana lo que más quiere y después me voy a matar yo… Roxana no va a poder vivir por la culpa que va a tener … yo estoy preso por culpa de ella».

En su regreso a prisión el femicida fue sometido a nuevos estudios psicológicos psiquiátricos. El informe pericial detalló que «no se observan signos genuinos de angustia, el tono emocional empleado fue de tipo desafectivizado» y además, «los sentimientos de culpa enunciados a nivel discursivo, carecen de genuino sostén afectivo».

A horas de recuperar la libertad, dos peritos psiquiatras elevaron un informe que indica que no tiene problemas mentales pero entendieron que no está en condiciones de ejercer su «responsabilidad parental».

Cómo vive Fabián Tablado los días previos a su libertad: no trabaja ni estudia y se hizo evangelista «No presenta trastorno psicótico ni psico orgánico y sus facultades mentales encuadran dentro de la normalidad», dice el informe.

Ahora, Silvia Sendra, jueza de Familia de Tigre, deberá decidir si toma algún tipo de medida de resguardo para impedir el contacto entre el femicida y su ex mujer y sus hijas, quienes viven en el mismo distrito.

Por su parte, Edgardo Aló, padre de la adolescente asesinada de 113 puñaladas en 1996, pidió hoy que la Justicia imponga una medida de restricción perimetral para que Tablado no pueda acercarse a su grupo familiar.

«La salida del condenado pone en alerta no solo a aquellos que somos víctimas, sino al conjunto de la sociedad, ello al ignorarse si se encuentra en condiciones psíquicas de poder manejarse como miembro de la comunidad», señala el escrito.

Fuente: Once

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